En el tapiz de la vida, bordado con devoción y colores celestiales, se despliega un diseño divino: nuestras seis Vírgenes favoritas. Entre los pliegues del alma, la Virgen de Covadonga se eleva, mientras Nuestra Señora del Carmen se envuelve en el manto estrellado. La Virgen de Guadalupe, con mirada celestial, irradia luz en el tejido espiritual.
En esta obra celestial, la Virgen de Candelaria resplandece con la candela de la esperanza, y la Inmaculada se presenta en pureza como el rocío matutino. La Virgen de la Caridad, brazos abiertos, teje puentes de amor en el vasto telar del universo.
Todas se congregan en esta composición, como estrellas alineadas en el firmamento, formando un collage tupido. Cada Virgen ocupa su lugar con gracia, sin restar protagonismo. La sinfonía de sus presencias forma un poema visual que eleva el espíritu, dejando una estela de devoción en los corazones. En cada detalle resplandece la esencia de la divinidad, y en el lienzo de la fe, estas Vírgenes eternas son guardianas de la eternidad.
Medidas aproximadas 30×50 cm. Estampado en tela 100% terciopelo con tratamiento antimanchas. Rematado con cremallera en la parte baja del cojín. Funda lavable a máquina máximo 30º centígrados.