La estética de “El Resplandor” es una de las razones fundamentales de su impacto duradero. Stanley Kubrick, conocido por su atención meticulosa a los detalles, desplegó una gama de elementos visuales para intensificar la atmósfera de la película. La icónica alfombra del Overlook Hotel es un componente crucial de esta estética.
La alfombra del hotel se caracteriza por un patrón geométrico llamativo: un diseño de hexágonos naranjas y marrones que se repite en pasillos y habitaciones. Este patrón se ha convertido en un símbolo reconocible de la película y ha sido referenciado en numerosas ocasiones en la cultura popular.
La elección de esta alfombra no fue arbitraria. Kubrick, conocido por su perfeccionismo, seleccionó conscientemente elementos visuales que contribuirían a la experiencia del espectador. La repetición del patrón de la alfombra genera una sensación de claustrofobia y un ambiente casi laberíntico en el hotel, acentuando la creciente paranoia y la sensación de confusión mental experimentada por los personajes.
Además, la alfombra se convierte en un componente visual dinámico durante las escenas más intensas. Cuando los personajes se desplazan por el hotel, el diseño de la alfombra parece cambiar, creando una sensación de desorientación y añadiendo a la creciente tensión psicológica de la trama.
En resumen, la elección y el uso específico de la icónica alfombra en “El Resplandor” demuestran la maestría de Kubrick para utilizar elementos visuales con precisión para intensificar la experiencia cinematográfica y contribuir a la construcción de un mundo visualmente memorable y perturbador.
