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Terciopelo Bajo El Kimono

36,00  IVA Incluído x metro

el Terciopelo Bajo El Kimono es antimanchas. Es muy resistente al roce, con lo cual es perfecto para tapizado, confección de ropa y para complementos, además de dar un toque original y de elegancia a tu creación.

Este diseño de Alejandra Aguilar Studio en exclusiva para La Tapicera, nos sumerge en un maravilloso universo Japonés, con colores vivos.

En los pliegues sutiles del papel de arroz, se entretejen los suspiros de un mundo secreto, donde las geishas bailan con la luz de la luna y los susurros del viento danzan en armonía con la pasión humana. Es el arte del Shunga japonés, un lienzo donde el amor se despliega en pinceladas sensuales y la lujuria se convierte en poesía.

En 140 cm de ancho.

La tela se envía de una pieza.

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Descripción

el Terciopelo Bajo El Kimono es antimanchas. También es muy resistente al roce, con lo cual es perfecto para tapizado, confección de ropa y para complementos, además de dar un toque original y de elegancia a tu creación.

En 140 cm de ancho.

La tela se envía de una pieza.

Este diseño de Alejandra Aguilar Studio en exclusiva para La Tapicera, nos sumerge en un maravilloso universo Japonés de otro modo, con colores vivos.

De pronto, en los pliegues sutiles del papel de arroz, se entretejen los suspiros de un mundo secreto, donde las sombras bailan con la luz de la luna y los susurros del viento danzan en armonía con la pasión humana. Es el arte del Shunga japonés, un lienzo donde el amor se despliega en pinceladas sensuales y la lujuria se convierte en poesía.

En verdad en el Shunga, los cuerpos se convierten en paisajes, con montañas y valles que se elevan y se sumergen en la marea de la pasión. Los amantes se convierten en artistas, trazando caminos de éxtasis con tintas delicadas y gestos apasionados. Cada caricia es un trazo,  es una sinfonía de placer.

Los cerezos en flor susurran secretos al oído de los amantes mientras las olas del mar acarician las orillas de la intimidad. En cada obra, se encuentra una celebración de la sensualidad, donde la naturaleza se fusiona con la piel y el deseo se convierte en una forma de arte etérea. El Shunga no es solo un reflejo de la sexualidad; es un canto a la conexión humana, a la vulnerabilidad compartida y a la belleza de la unión.